¿Por qué siguen ocurriendo accidentes en empresas dotadas de tan alta tecnología?
No falla la tecnología, si no la cultura organizativa de la empresa. Si no existe un entorno que favorezca comportamientos adecuados por parte de las personas que conforman la organización, cualquier técnica o procedimiento a mejorar no funcionará eficazmente.
Todo personal o no de la empresa debe percibir la seguridad como un compromiso serio de la dirección, siendo un elemento estratégico de la misma para que exista un buen clima preventivo.
Para hacer ver ese clima preventivo lo más importante es la actitud y el comportamiento de los responsables de la empresa. El clima preventivo es lo que se denomina una zona segura y genera influencias favorables para el comportamiento seguro.Cuando de verdad se puede decir que existe un clima preventivo es cuando la propia empresa es consciente día a día de la seriedad de la cultura preventiva sin necesidad de estar recordándolo cada día. Para lograr el buen clima se debe reforzar toda la comunicación y acción necesaria para hacer de la empresa un entorno seguro y consciente de los riesgos.
No es tan relevante la cultura del trabajador ya que las organizaciones conscientes crean personas conscientes. A veces se lanzan campañas de sensibilización para crear el buen clima preventivo pero no son eficaces debido a la poca credibilidad de los valores ofrecidos al trabajador. El trabajador debe ver el liderazgo ejemplarizante para que su actitud cambie y acceda a nuevos valores culturales.
¿Cuándo se ven los resultados del esfuerzo preventivo?
La gente es más importante que la tecnología o los sistemas. Son los que van a marcar los resultados del esfuerzo preventivo ya que depende de las personas. Sólo cuando existe una reducción de la incidencia de accidentes junto a unos buenos indicadores de esfuerzo preventivo se puede considerar un sistema preventivo de calidad, garantizando la sostenibilidad y eficacia de la prevención.
Por supuesto, el fallo humano está ahí, pero hablar de las personas y de su comportamiento no equivale al factor determinante de accidente. Los accidentes son resultado de las decisiones, ninguno de ellos infalibles, y el carácter de la gestión y organización del trabajo.